• La nueva Unidad de Investigación Clínica en Prevención de la Demencia prevé incorporar 400 personas de entre 60 y 80 años que hayan notado que empiezan a tener dificultades cognitivas
  • El estudio investigará las bases biológicas del riesgo estimado de sufrir demencia, calculará el porcentaje de riesgo de manera individualizada, analizará el impacto emocional de revelar esa información y ofrecerá a los participantes un plan de acción personalizado para reducir su riesgo
  • Evidencias científicas apuntan que la posibilidad de sufrir demencia aumenta o disminuye en función de la combinación de diferentes factores de riesgo

En el marco de la conmemoración del décimo aniversario de su creación, la Fundación Pasqual Maragall da un paso revolucionario en la lucha contra el Alzheimer con la presentación de un proyecto pionero centrado en la prevención de la demencia. “Cambiar la historia de esta enfermedad es posible y hoy estamos más cerca de hacerlo realidad” ha afirmado su director, el Dr. Jordi Camí.

Se trata de la nueva Unidad de Investigación Clínica en Prevención de la Demencia, impulsada por el Barcelonaßeta Brain Research Center (BBRC), el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall. Esta Unidad de Investigación Clínica, única en el mundo, estudiará el riesgo de desarrollar demencia a 5 años vista en personas con quejas subjetivas de memoria y la base biológica de ese riesgo. Asimismo, analizará si revelar esa información genera un impacto emocional en los participantes y se ofrecerá un plan de acción personalizado que les permita reducir su riesgo. Este plan contará con consejos de prevención primaria para reducir los factores de riesgo modificables de la enfermedad, y con la posibilidad de participar en estudios específicos de detección y prevención de la enfermedad de Alzheimer.

El estudio, que tiene una duración de 3 años, necesita incorporar a 400 voluntarios de entre 60 y 80 años, que estén experimentando una disminución de la memoria o de otras capacidades cognitivas, pero que no hayan sido diagnosticadas de Alzheimer ni estén participando en otro estudio de investigación. “La participación en este estudio es una contribución inestimable para progresar en el descubrimiento científico de formas efectivas para prevenir o retrasar la demencia” afirma el Dr. José Luis Molinuevo, director científico del Programa de Prevención del Alzheimer que impulsa la Fundación Pasqual Maragall.

Los participantes deben cumplir los siguientes criterios de inclusión:

  • Tener entre 60 y 80 años.
  • Estar notando una disminución de sus capacidades cognitivas (por ejemplo, memoria, concentración, planificación, orientación o lenguaje).
  • Poder acudir a las visitas acompañado de un familiar o persona cercana que lo conozca suficientemente bien como para poder informar sobre su rendimiento cognitivo en la vida cotidiana.
  • No tener contraindicada la realización de una resonancia magnética. Es el caso de personas que lleven implantes electrónicos (como un marcapasos) o implantes metálicos en la parte superior del cuerpo.
  • No haber sido diagnosticado con ningún tipo de demencia.
  • No sufrir una enfermedad significativa o condición médica inestable que pueda ocasionar dificultades para cumplir con el estudio.
  • No estar participando en otro estudio de investigación relacionado con la memoria o cognición.

Para quienes cumplan con los criterios de inclusión y estén interesados en participar se ha habilitado la página web www.prevenciondemencia.org en la que las personas interesadas deberán rellenar un cuestionario a través del que se evaluará su idoneidad para participar en el estudio de investigación clínica en prevención de la demencia.

Los voluntarios seleccionados serán visitados por un neurólogo en las instalaciones del Barcelonaßeta Brain Research Center, en Barcelona, donde también se les realizarán pruebas cognitivas, de neuroimagen y genéticas. A partir de la información recogida en estas pruebas se aplicará un algoritmo de riesgo que indicará el porcentaje de riesgo estimado de sufrir demencia en los próximos 5 años, y se ofrecerá a los participantes un plan de acción personalizado con estrategias para mejorar su salud cerebral y reducir el riesgo de sufrir demencia. Los participantes tendrán también la posibilidad de participar en estudios específicos y ensayos clínicos de prevención de la enfermedad.

Además de investigar si hay una base biológica asociada al algoritmo de riesgo calculado, el proyecto también estudiará el efecto que puede tener el hecho de revelar individualmente este porcentaje de riesgo y su posible impacto emocional, así como los beneficios que puedan derivarse de la inclusión y participación en el estudio.

Es importante destacar que el término riesgo supone una probabilidad, no una certeza. Del mismo modo que nadie está exento de la posibilidad de sufrir demencia, tampoco se puede garantizar al 100% que alguien la sufrirá. Son muchas las variables que entran en juego y no se dispone de conocimiento suficiente sobre todas ellas. El conocimiento que generará este nuevo proyecto permitirá contribuir a la modulación y perfeccionamiento de la estimación de este riesgo.

El 99% de los casos de Alzheimer tienen un origen multifactorial

Actualmente, la investigación de la enfermedad de Alzheimer está viviendo un auténtico cambio de paradigma. “Hoy en día no podemos hablar todavía de una causa conocida para desarrollar algunas enfermedades, que, como el Alzheimer, derivan en una demencia. No obstante, sí que podemos afirmar que cada vez hay más evidencias científicas que apuntan que la posibilidad de sufrir demencia aumenta o disminuye en función de la combinación de diferentes factores de riesgo”, detalla el director científico del Programa de Prevención del Alzheimer que impulsa la Fundación Pasqual Maragall, el Dr. José Luis Molinuevo. Estos factores de riesgo pueden ser modificables o no modificables.

Los factores de riesgo no modificables son aquellos relacionados con la edad y la genética. El factor de riesgo principal para sufrir demencia es el envejecimiento. Esto no significa que la demencia sea una consecuencia inevitable de hacerse mayor, pero sí que la suma de años aumenta la probabilidad de desarrollarla. Respecto a la genética, sólo en un 1% de los casos se puede atribuir su causa al hecho de ser portador de un determinado gen. En el resto de los casos, su origen es multifactorial, de ahí la importancia de conocer cuáles son los factores que pueden contribuir y en los que podemos incidir.

Los factores de riesgo modificables son aquellos que tienen que ver con el control de la salud cardiovascular y con los hábitos de vida saludable. La salud cardiovascular está estrechamente relacionada con el control de ciertas condiciones médicas, como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol, el tabaquismo o el sobrepeso. Además, la comunidad científica tiene cada vez más convencimiento que la salud cardiovascular repercute en la salud cerebral. El estilo de vida también juega un papel muy importante. Así, la actividad física regular o el tipo de dieta repercutirán en la salud cardiovascular y cerebral. Evitar el aislamiento social y estar activo mentalmente también son aspectos que contribuyen a que el cerebro sea más resistente ante determinadas enfermedades.

Un nuevo paradigma de la investigación del Alzheimer

  • Cada 3 segundos se produce un caso de demencia en todo el mundo. Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud hay más de 50 millones de personas con demencia en el mundo, en la mayoría de los casos se trata de la enfermedad de Alzheimer. Si no se encuentra un tratamiento efectivo, se prevé que en el 2050 el total de afectados se triplique, llegando a niveles epidémicos. Se calcula que en estos momentos,el 10% de los mayores de 65 años y un tercio de las personas que tienen 85 años o más padecen algún tipo de demencia.
  • La investigación en la enfermedad del Alzheimer ha vivido, en estas últimas décadas, un auténtico cambio de modelo, con la constatación de la existencia de una fase preclínica, que se inicia de manera silenciosa entre 15 y 20 años antes de la manifestación de sus primeros síntomas clínicos. “Esto explica que muchos de los ensayos clínicos realizados hasta la fecha hayan fracasado, ya que se ha actuado en pacientes en los cuales la enfermedad ya tenía un largo recorrido” concluye el Dr. Jordi Camí, director de la Fundación Pasqual Maragall.
  • La variante APOE4 ha sido identificada como un factor de riesgo significativo de esta enfermedad. Sin embargo, el hecho de que esté presente no implica, por sí sola, que vayamos a desarrollar la enfermedad. En el 99% de los casos, la genética no es un factor determinante en la aparición de la enfermedad de Alzheimer. El principal factor de riesgopara que la enfermedad se manifieste es la edad.
  • Por otro lado, existen factores de riesgo modificables que incluyen los factores de riesgo cardiovascular y aspectos relacionados con el estilo de vida. Actualmente no existe ninguna fórmula que garantice que se evitará el desarrollo del Alzheimer. No obstante, la adopción dehábitos de vida saludables nos ayuda a controlar factores de riesgo que inciden en nuestra salud cerebral y puede disminuir las probabilidades de padecerla o retrasar su aparición.
  • La prevención es un aspecto clave de la lucha contra el Alzheimer. De ahí que investigar la fase preclínica sea fundamental para conocer cómo se inicia la enfermedad y cómo evoluciona para poder desarrollar estrategias y tratamientos de prevención. Con esta finalidad, la Fundación Pasqual Maragall puso en marcha el Estudio Alfa, un proyecto concebido como una infraestructura de investigación para identificar factores de riesgo e indicadores biológicosque podrían incidir en el desarrollo de la enfermedad. En este estudio participan más de 2.700 voluntarios sanos y cuenta con el apoyo de la Fundación Bancaria “la Caixa”.

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