• Los científicos españoles proponen el modelo finlandés como ejemplo para España. 
  • España ocupa la posición 22 de 34 países de la OCDE en apoyo público a la ciencia, la tecnología y la innovación.  
  • Durante los años de la crisis, la evolución de la inversión española en ciencia fue inversa a la de los países europeos. 
  • La reactivación de la ciencia española requiere tanto el aumento de la inversión como la mejora de la gestión. 
  • En el proceso es necesario implicar a organismos públicos de investigación, universidades, academias e instituciones privadas.

(Madrid).- La evolución española en inversión en I+D es la peor de las cinco grandes economías de Europa. España ocupa la posición 22 de 34 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en apoyo público a la ciencia, la tecnología y la innovación en relación a su PIB.

Ante esta situación, la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (RAC), aprobó en su pleno una Declaración sobre la financiación y gestión de la investigación científica en España con el objetivo de dar a conocer a la clase política y a la sociedad en general las ventajas económicas y sociales que se derivan de una adecuada inversión en ciencia y tecnología.

Además, ambos sectores deben ser informados de que se requiere una urgente revisión de los presupuestos Generales del Estado (PGE), acorde con las demandas del mundo actual, con una planificación política-científica duradera que transcienda una o varias legislaturas. Una sociedad moderna y viable debe construirse priorizando educación, ciencia, sanidad y cultura, ámbitos que están interconectados.

El Prof. Jesús María Sanz-Serna, presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (RAC), indica que la Declaración tiene el doble objetivo de hacer un llamamiento a los políticos, pero también a toda la ciudadanía, sobre “la delicada situación de la ciencia en España y el peligro de destruir lo que se ha avanzado en las últimas décadas. Las implicaciones para la calidad y cantidad del empleo son muy negativas”. Un segundo objetivo es ofrecer una serie de propuestas de mejora basadas en la experiencia internacional.

Para el Prof. Esteban Domingo Solans, académico de la RAC y ponente en la redacción de la Declaración, la reactivación de la inversión en ciencia es urgente “para no retrasarnos más en innovación respecto a otros países desarrollados, ya que la ciencia es la base del desarrollo económico, además de ser una parte muy importante de la cultura moderna”. La inversión en ciencia contribuiría decisivamente a mejorar la cantidad y calidad del empleo, añade.

El Prof. Sanz-Serna indica que “por razones históricas” en España es muy limitada la percepción social de la ciencia y de los beneficios económicos que aporta. A su modo de ver, tampoco algunas administraciones públicas ni gran parte del sector empresarial valoran la importancia de la ciencia como inversión imprescindible, considerándola un gasto. “Hay mucho que mejorar también en cuanto a coordinación entre los diversos agentes públicos y privados”, reflexiona. Además, es necesario evaluar los sistemas de gestión de la ciencia, “que en España son manifiestamente mejorables”.

Por su parte, el Prof. Domingo Solans, recuerda a modo de ejemplo práctico que en los inicios de la ingeniería genética en Estados Unidos algunas empresas empezaron con unos pocos científicos instalados en laboratorios improvisados, pero con la ayuda y aporte de conocimientos de laboratorios muy potentes de Universidades como Harvard o Stanford. “En los países donde no hay buena investigación básica las empresas multinacionales suelen instalarse como puntos de distribución comercial pero no de creatividad investigadora. Esto ocurre en España con varias compañías”, lamenta.

En la actualidad, no se sabe cuándo se van a convocar ayudas a la investigación, ni sus dotaciones presupuestarias, no se permite a un investigador participar en más de un proyecto, y una vez concedidos los proyectos se tarda varios meses en recibir las ayudas y poder ser iniciados. Según recuerda, incluso existen barreras administrativas para que los investigadores se trasladen a otras instituciones.

Ambos científicos se han manifestado a favor de seguir el ejemplo de los países nórdicos, dentro de los cuales han destacado Finlandia como caso de éxito.

La comparación de la inversión en España frente a otros países durante el período de crisis ha sido destacada en un comunicado a una comisión de Parlamentarios en abril de este año y el informe elaborado por la RAC fue enviado por el presidente de la institución al Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, a la Presidenta de las Cortes y a los 17 Presidentes de las Comunidades Autónomas.

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