(Madrid).- World Vision expresa su honda preocupación ante las precarias condiciones que viven las familias e individuos provenientes de Venezuela y las que permanecen en el país, producto de la aguda crisis social, económica y política que acusa Venezuela, y que requieren ayuda humanitaria urgente.

“Ante ésta, la mayor crisis humanitaria que haya enfrentado el hemisferio occidental, comparable en las dimensiones de desplazamiento de personas a la crisis vivida en Siria, World Vision hace un llamamiento a la solidaridad y conciliación en favor del pueblo venezolano”, afirmó Joao Diniz, Líder Regional de World Vision Latinoamérica y el Caribe.

Más de 4 millones de migrantes y refugiados han abandonado Venezuela en los últimos 3 años según Naciones Unidas. Diariamente, 35.000 cruzan la frontera entre Venezuela y Colombia en busca de servicios de salud, educación, alimentación y suministros básicos. De éstos, unos 5.000 deciden permanecer en Colombia con el fin de mejorar sus condiciones de vida.

Ante la impostergable necesidad de proporcionar asistencia humanitaria a los niños y niñas en riesgo y sus familias, World Vision refuerza su presencia en las comunidades fronterizas de Colombia, Perú, Brasil y Ecuador, con el fin de recibir y proporcionar asistencia humanitaria a los migrantes y refugiados que diariamente llegan a dichas zonas en condiciones extremadamente frágiles: malnutrición severa, enfermedades diversas, agravadas por la privación de servicios básicos de salud, educación y saneamiento, entre otros.

“Observamos con preocupación las limitaciones para proveer de ayuda humanitaria urgente a las personas que permanecen en territorio venezolano, y en ese contexto, World Vision reafirma su respeto y adhesión a los principios de neutralidad, justicia y bienestar de la niñez, los cuales definen nuestra misión”, agregó el líder regional de World Vision.

World Vision insta a la comunidad internacional a buscar soluciones democráticas a través del camino del diálogo y la paz, al tiempo que continuamos con nuestros esfuerzos de proveer ayuda a los niños y niñas en riesgo y sus familias en comunidades fronterizas a través de nuestro personal de respuesta, en colaboración con organizaciones de base de fe, líderes comunitarios, autoridades y otros.

Creemos que las necesidades urgentes de los niños y niñas y sus familias no deben ser instrumentalizadas con fines políticos y que la satisfacción de dichas necesidades humanitarias básicas es impostergable.

Con el apoyo de la comunidad internacional, los gobiernos de las naciones de acogida o de tránsito de migrantes y refugiados deben dedicar los recursos necesarios, incluyendo asistencia sanitaria, psicosocial y legal para la recepción y provisión de asilo de las personas en situación de riesgo: especialmente a los niños y niñas, solos o acompañados, niños con discapacidades y personas que sean víctimas de violencia, reclutamiento forzado en organizaciones criminales o militares, o supervivientes de otros traumas físicos o psicológicos.

 

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