La Fundación Eurocaja Rural se ha sumado por tercera ocasión a la celebración de la iniciativa ‘Fuckup Nights’, un movimiento global nacido en 2014, que se organiza en 79 países y 251 ciudades en todo el mundo, en 21 idiomas diferentes.

El evento de este año tuvo lugar el pasado viernes 17 de mayo, en la sede de Eurocaja Rural, de 17:00 a 20:00 horas.

El acontecimiento que acogió Toledo utilizó el elocuente título de ‘compartimos nuestras cagadas’, y contó con la inestimable colaboración del conocido actor Javier Gil ‘Javivi’; el CEO de CombustiónEco, Tomás Llorente; el fundador de la agencia FLUOR lifestyle, Eduardo Prádanos; y el CEO de Imaginería, Diego Palomares.

Los colaboradores que participan por todo el mundo en esta iniciativa exponen aquellos negocios que han tenido que cerrar por falta de clientes o las alianzas erróneas y lanzamientos de productos que no funcionaron. La diferencia con respecto a otros eventos de este tipo radica en que los fracasos en el ‘Fuckup Nights’ se narran en primera persona, en boca de los propios afectados por un resultado adverso, con el ánimo de evitar que los asistentes puedan verse inmersos en una situación parecida.

El presidente de la Fundación Eurocaja Rural, Javier López Martín, y el gerente de la misma, Vicente Muñoz Almagro, destacaron el éxito abrumador de anteriores ediciones y la gran demanda que surgió en torno a esta jornada.

López Martín resaltó que éste es uno de los acontecimientos del año para los emprendedores, “aunque resulta muy útil para cualquier persona que tenga interés en mejorar y aprender, sea en un ámbito profesional o personal”. También agradeció al equipo de la Fundación su esfuerzo por conseguir celebrar de nuevo un evento tan relevante y de tanto prestigio, que además es gratuito.

Muñoz Almagro, por su parte, confesó sentirse afortunado por contar con la buena voluntad de aquellos que transmiten, de forma altruista, esas experiencias. “Es algo que, en circunstancias normales tratarían de esconder, pues son situaciones de las que no se está orgulloso. Pero se convierte en algo muy valorado y muy positivo para quienes podrían tropezar en la misma piedra. Se van a ahorrar tiempo, dinero y quebraderos de cabeza. Y lo mejor de todo es que los ponentes suelen hacerlo en un tono desenfadado y divertido. Tanto es así, que después disfrutamos de un encuentro en una terraza para seguir compartiendo experiencias”.

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