La viróloga Margarita del Val explicó ayer en la Real Academia de Ciencias (RAC) que el suministro de un anticuerpo monoclonal a los neonatos para evitar el virus de la bronquiolitis, ha hecho que las UCIs pediátricas estén este curso “vacías”.
La investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM) puso este ejemplo de cómo la pandemia y el premio Nobel a los creadores de la vacuna frente al covid (Katalin Karikó & Drew Weissman) ha dado un empujón al desarrollo de todo tipo de vacunas: “Ahora hay una explosión de vacunas, las empresas se lanzan más a apostar por este tipo de medicamentos ya que los servicios de salud pública han decidido invertir en ellas.”
Según un estudio de la revista médica The Lancet las vacunas salvaron 20 millones de vidas en el primer año de la pandemia.
La experta explicó que ahora se están desarrollando vacunas específicas para grupo de edad. Hay vacunas para mayores de 65 años como la del herpes Zoster o para adolescentes, como la del papiloma cuello de útero, y puso como ejemplo, Australia donde el gobierno se ha propuesto acabar con la transmisión de este virus con un ambicioso plan de vacunación obligatoria tanto para chicos como para chicas. “No se erradicará”, pero se minimizará su incidencia.
Del Val participó junto a Lourdes Ruiz Desviat, investigadora también del CBM, en una charla sobre las tecnologías del ARN mensajero, merecedora del Premio Nobel de Medicina 2023 por su aplicación para la creación de las vacunas contra el SARS-COV-2.
Lourdes Ruiz afirmó que las vacunas de ARN “tienen un gran futuro por delante” y también varios retos ya que necesitamos “vacunas rápidas, que no necesiten frío y que se puedan administrar mediante parches para llegar a toda la población” concluyó Margarita del Val.
La charla fue moderada por el jefe del Laboratorio del Coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnolgía (CNB), Luis Enjuanes.