• Se han atendido un total de 151 jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y 33 años de edad y se han logrado 79 inserciones
  • El programa se ha especializado en atender a un perfil de joven difícil de insertar en el mercado laboral por su edad y por su baja cualificación, el 39% de los jóvenes atendidos no han terminado los estudios básicos mínimos (ESO) 
  • Los participantes del programa son mayoritariamente hombres, un total de 92 atendidos, frente a las 59 mujeres que pasaron por el programa

El programa de Formación y Empleo para Jóvenes de Fundación Pioneros presenta sus datos de 2017. El pasado año se han atendido un total de 151 jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y 33 años de edad y se han logrado 79 inserciones, alcanzando una tasa de inserción del 52,32%.

El programa se ha especializado en atender a un perfil de joven difícil de insertar en el mercado laboral por su edad y por su baja cualificación. El 77% de participantes en el programa tienen edades comprendidas entre los 16 y 22 años, edad con la mayor tasa de desempleo a nivel nacional. El 39% de los jóvenes atendidos no han terminado los estudios básicos mínimos (ESO) por lo que su nivel de empleabilidad es menor.

Si observamos por sexos, los participantes del programa son mayoritariamente hombres, un total de 92 atendidos, lo que representa un 59% frente a las 59 mujeres que pasaron por el programa, que suponen el 41%.  También el número de inserciones es mayor para los chicos que para las chicas. De las 79 inserciones conseguidas, 56 han sido de hombres, un 71%, mientras que se han conseguido 23 inserciones de mujeres, lo que representa un 29%.

Por sectores, destaca el área de fabricación y producción junto con el agrícola y el sector servicios, especialmente la hostelería, con mayor capacidad de empleabilidad, y menor nivel de cualificación.

Una de las claves de los altos porcentajes de inserción conseguidos por el programa de Formación y Empleo para Jóvenes de Fundación Pioneros es la especialización en la atención a jóvenes con procedencias sociales y culturales diversas, atendiendo a las necesidades y adaptándonos a los procesos de madurez, cultura, intereses y posibilidades.

La metodología de trabajo está obteniendo unos muy buenos resultados. La combinación de la intervención individual especializada, no solo para orientar laboralmente, sino para aumentar las competencias personales y profesionales, la intervención grupal y las sesiones formativas, la derivación a ofertas formativas existentes y el diseño de oferta formativa propia del programa (a través de sesiones formativas o cursos) ha propiciado que jóvenes de escasa cualificación y baja empleabilidad tengan mejores herramientas para enfrentarse al mundo laboral.

El trabajo con la red comunitaria y el tejido empresarial es fundamental para ofrecer oportunidades laborales a las personas que tal vez por si mismas no podrían acceder con las mismas garantías a un primer empleo.

 

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