• Esto ha sido posible gracias a un recurso novedoso impulsado durante el último trimestre del año pasado
  • La empleabilidad es fundamental para que estas mujeres puedan ser independientes

El Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) ha logrado desde finales de 2016 hasta la fecha, la inserción laboral de un total de 20 mujeres víctimas de violencia de género. Esto ha sido posible gracias a un recurso novedoso que se impulsó en Aragón durante el último trimestre del pasado año, “con el objetivo de poner el acento en la necesidad de implementar políticas laborales de calidad que garantizasen la emancipación y, por tanto, la libertad a todas las mujeres. Con especial atención a las que han sufrido violencia por el mismo hecho de serlo”, según explica la directora del IAM, Natalia Salvo.

Salvo opina que “la empleabilidad resulta fundamental para garantizar la independencia de mujeres que han sufrido violencia de género”. Para ello, se ha trabajado desde el asesoramiento, la formación, la información y el empoderamiento personal. Este recurso trabaja en coordinación con las asesorías laboral y empresarial del IAM, junto con otros recursos y entidades dedicadas a la empleabilidad e inserción laboral.

Los perfiles formativos y laborales de estas 20 mujeres son variados, puesto que las hay con formación universitaria y básica. Desde el recurso se cuida que todos los empleos que se ofrecen a las mujeres, independientemente de su formación, sean de calidad.

Desde el IAM constataron que había una carencia significativa en el ámbito de la inserción laboral de mujeres que habían sufrido violencia de género, por ello, había una necesidad real de crear un recurso específico destinado a este fin.

Hasta el momento, de todas las acciones que se han planteado, esta ha sido la más efectiva y la que ha materializado realmente dichas contrataciones. Y es que, en el Plan de Gobierno presentado a principios de la legislatura, una de las políticas que se comprometió a impulsar el IAM fue la inserción laboral de mujeres víctimas de violencia de género y, tras barajar diversas fórmulas, se puso en marcha este recurso. Aunque está dando buenos resultados, Natalia Salvo asegura que “todavía falta mucho camino por recorrer en esta materia”.

Recuerda que la empleabilidad de las mujeres es uno de los ámbitos en los que más se debe trabajar, pues continúan existiendo fuertes desigualdades y discriminaciones que impiden tanto el acceso como la promoción laboral en condiciones de igualdad. “Para las mujeres que han sufrido violencia de género, esta situación se agrava todavía más”, afirma Salvo. Es por ello que resulta fundamental que las mujeres accedan y se desarrollen en empleos de calidad que les ayuden a alcanzar la independencia económica y les garanticen la libertad.

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