• A nivel global, la mayoría de estudios sobre lupus están relacionados con el desarrollo y descubrimiento de nuevos fármacos, aunque también se centran en otros aspectos como el desarrollo de test diagnósticos y de dispositivos
  • Según un estudio presentado en el Congreso de la SER, el subgrupo de los adultos con Lupus con alta actividad de la enfermedad y autoanticuerpos positivos se muestra estable a lo largo de cinco años en España

La mejora en el manejo de los pacientes con Lupus Eritematoso Sistémico (LES) se basa, entre otras cuestiones, en los avances científicos que se consiguen gracias a los ensayos clínicos realizados en torno a esta patología, y que mejoran el conocimiento de la enfermedad y avanzan en el desarrollo de nuevos tratamientos. Por ello, la participación en estos ensayos resulta fundamental para descubrir nuevos fármacos seguros y eficaces.

España es uno de los países más activos en este caso, situándose como el tercer país europeo, por detrás de Francia y Alemania. Estos datos se han puesto de manifiesto en el marco del XLIV Congreso de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que se celebra en A Coruña del 22 al 25 de mayo, y que han sido extraídos de dos estudios realizados por varios expertos en lupus.

Los estudios han contado con la colaboración de GSK España, continuando con su compromiso de investigación clínica en lupus, mediante el análisis de las características de los ensayos clínicos de lupus que se realizan a nivel mundial y extrayendo las posibles diferencias que puede haber a nivel europeo y nacional.

 Así, a nivel global, la mayoría de estudios sobre lupus están relacionados con el desarrollo y descubrimiento de nuevos fármacos, aunque también se centran en otros aspectos como el desarrollo de test diagnósticos y de dispositivos, suplementos alimenticios y genéticos, entre otros. En el ámbito español, casi un 95% de los estudios registrados sobre lupus se asocian al desarrollo de fármacos.

Investigación biomédica sobre lupus en España vs. Europa

Uno de los problemas que se dan en torno a la investigación biomédica en España es la falta de respaldo estadístico de las historias clínicas. “Frente a otros países europeos como Dinamarca en los que toda la información que se vuelca en la generación de informes médicos, nuestros sistemas de información clínica no reportan un valor estadístico, por lo que tenemos que doblar nuestros esfuerzos para generar bases de datos fiables y eficaces. Es un reto en el que debemos avanzar en los próximos años, aunque ya existen sistemas en nuestro país que garantizan el valor clínico y estadístico en un mismo acto”, afirma el doctor Alejandro Muñoz.

Así, el especialista añade que “la combinación de nuevas tecnologías, avances en el análisis de datos complejos y la biología de sistemas han comenzado a definir la heterogeneidad inmunológica de la enfermedad. Gracias a ello es posible clasificar diferentes tipos de LES y emparejar sus manifestaciones clínicas con su base inmunológica. A su vez, el detallado mapa inmunológico de diferentes grupos de enfermos comienza a permitir el diseño de estudios clínicos y tratamientos más específicos y personalizados”.

Además, “gracias a la precocidad en la detección del proceso patológico y la oportunidad de eficacia farmacológica de los actuales fármacos, es posible revertir / remitir la evolución de LES. Una decisión acertada al inicio de la enfermedad puede llegar a tener un efecto inmunomodulador sobre el paciente, llegando a frenar la evolución natural de la enfermedad”, expone el doctor.

Otra de las diferencias principales en estos estudios sobre lupus se da en torno a las fuentes de financiación. Mientras que en Europa la industria farmacéutica financia alrededor del 55% de los estudios, en España la cantidad asciende hasta el 87%.

Según el estudio “El Lupus Eritematoso Sistémico en España en pacientes con alta actividad de la enfermedad en los próximos cinco años”, presentado también en el Congreso de la SER, se establece que el subgrupo de pacientes adultos con LES con alta actividad de la enfermedad y autoanticuerpos positivos permanece estable a lo largo de cinco años. Es decir, según los resultados de este estudio no se estima un incremento poblacional en este subgrupo de pacientes.

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