• La Dra. María González Cao, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitari Dexeus, de Barcelona, destaca que los fármacos que inhiben BRAF mutado (presente en alrededor del 50% de los casos) tienen una “excelente” tolerancia y elevada eficacia. 
  • Se estima que el número de nuevos casos que habrá en España en 2019 de melanoma sea de 6.205, de acuerdo con el informe ‘Las cifras el cáncer en España 2019’ de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)’.  

(Madrid).- A pesar de que el cáncer sigue siendo una de las principales causas de morbi-mortalidad del mundo, los avances científicos, las líneas de investigación abiertas, el compromiso de diferentes grupos y entidades dedicadas a la investigación, etcétera han conseguido modificar el paradigma de esta patología.

Según el informe ‘Las cifras el cáncer en España 2019’ de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los últimos datos disponibles estimados en el proyecto GLOBOCAN ponen de manifiesto que el número de tumores continúa creciendo —se ha pasado de 14 millones de casos en el mundo estimados en 2012 a 18,1 millones en 2018— y las estimaciones poblacionales indican que el número de casos nuevos aumentará en las dos próximas décadas, alcanzando los 29,5 millones en 2040.

En concreto, respecto al melanoma las estimaciones acerca del número de nuevos casos que habrá en España este año, el informe de SEOM las sitúa en 6.205 casos (3.691 mujeres y 2.514 hombres).

Con el arsenal terapéutico disponible, los profesionales sanitarios destacan la importancia de los tratamientos dirigidos contra una diana molecular en este tumor, ya que la mutación en gen BRAF se da en casi la mitad de los pacientes con melanoma, como señala la Dra. María González Cao, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitari Dexeus, de Barcelona, que participa en la sesión ‘Nuevos avances en la combinación con inhibidores de BRAF + MEK en melanoma metastásico’ organizada con la colaboración de Pierre Fabre, en el marco del XXI Simposio de Revisiones en Cáncer.

“En otras patologías como cáncer de pulmón, la posibilidad de encontrar un gen motor de la enfermedad que sea posible bloquear es mucho más limitada. Los fármacos que inhiben BRAF mutado son orales con una excelente tolerancia y, más importante aún, es excepcional que no funcionen”, añade la especialista, quien ha aludido a que la gran mayoría de pacientes que utilizan estos fármacos experimentan “una rápida mejoría, habitualmente en días o pocas semanas”.

En cuanto al melanoma metastásico, la Dra. González subraya que se está investigando la posibilidad de reducir el tumor con fármacos diana, para luego poder aplicar inmunoterapia, ya que esa alternativa es “realmente prometedora”.

Combinación de fármacos para melanoma.- Asimismo, la oncóloga médica ha querido resaltar que el tratamiento con la combinación de un inhibidor de BRAF y MEK es un estándar de tratamiento en pacientes con mutación de BRAF. “Afortunadamente, en un corto plazo de tiempo podremos disponer de una nueva combinación de inhibidores de BRAF y MEK, como es encorafenib y binimetinib. Cada vez parece más claro que el desarrollo de fármacos con mayor capacidad de bloqueo del BRAF mutado puede ser clave para mejorar los resultados del tratamiento en estos pacientes”, insiste.

Además, precisa que esta combinación produce “un efecto beneficioso más prolongado en los pacientes, con un perfil de tolerabilidad que respeta su calidad de vida al minimizar efectos secundarios limitantes, como la aparición de fiebre o de quemaduras solares”.

Antes de concluir, señala que, en la actualidad, es práctica “habitual y obligada” en algunos tumores analizar si se trata de enfermedades susceptibles de tratamiento contra una diana molecular. “Hay ya tecnología disponible y comercializada que puede analizar muchas alteraciones genéticas en cualquier tumor de cara a orientar el tratamiento. Una vez conocido que un tumor tiene alguna de estas alteraciones, el abanico de opciones terapéuticas se amplía permitiendo el uso de inhibidores selectivos de estas dianas. Cuando disponemos de varias opciones, elegimos la más adecuada a cada paciente con base en los datos de eficacia y perfil de tolerabilidad, buscando obtener el mayor beneficio con la mejor calidad de vida, considerando que pueden ser tratamientos de larga duración”, concluye.

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