(Aguilar de Campoo).- Tras completar con éxito el monográfico sobre el Camino de Santiago. El lunes, 18 de mayo, la Fundación Santa María la Real ofrecerá un nuevo curso dentro del ciclo “Yo vivo la cultura desde casa”, que promueve para hacer más llevadero el confinamiento.

Elaborado por el historiador, Pedro Luis Huerta, el curso recorrerá algunos de los testimonios más significativos del románico palentino.

Las siete entregas que conforman esta acción formativa podrán visualizarse y descargarse de forma gratuita de lunes a viernes en Canal Patrimonio (www.canalpatrimonio.com)

“En la Fundación llevamos más de cuatro décadas trabajando en el estudio, restauración, conservación y difusión del patrimonio, muy especialmente del románico”, explica Pedro Luis Huerta, “este curso nos brinda la oportunidad de seguir compartiendo conocimientos y de acercar nuestro románico a un público cada vez más amplio, sobre todo en estos momentos de aislamiento”.

Recuerda el historiador que la Edad Media brindó a las tierras palentinas un generoso reparto de iglesias románicas que han dado lugar a “uno de los conjuntos más amplios e interesantes de España, no solo por la cantidad de testimonios conservados sino también por la calidad de muchos de ellos que pueden considerarse piedras angulares del estilo, tanto a nivel nacional como europeo”.

“En el curso ofrecemos una aproximación sencilla al románico palentino para que quienes decidan seguirlo se inicien en su evolución y dispongan de unas pinceladas para poder comprenderlo mejor”. El recorrido comenzará por el origen: la cripta de San Antolín y la ermita de San Pelayo de Perazancas de Ojeda, que ilustran perfectamente los estadios iniciales del estilo. Tras ellas San Martín de Frómista, San Salvador de Nogal de las Huertas, San Isidro de Dueñas y San Zoilo de Carrión de los Condes, lugares clave en la difusión del románico pleno por tierras hispanas. Finalmente, los monasterios palentinos que ocuparon un puesto destacado en la renovación de la plástica monumental del tardorrománico, muy bien representada por los talleres que trabajaron en la iglesia de Santiago de Carrión de los Condes y en los monasterios de Lebanza, Aguilar de Campoo y San Andrés de Arroyo.

Grandes monasterios

Así, se explicará cómo el actual territorio de la provincia de Palencia fue testigo durante los siglos XI y XII del nacimiento de importantes monasterios que ejercieron una gran influencia y poder a nivel espiritual, organizativo y económico. Espacios como San Isidro de Dueñas, San Zoilo de Carrión, San Martín de Frómista, San Salvador de Nogal de las Huertas, Santa María la Real de Aguilar de Campoo, Santa María de Mave, San Andrés de Arroyo, Santa Eufemia de Cozuelos, Santa Cruz de Ribas, San Román de Entrepeñas, Santa María de Lebanza, Santa María de Benevívere…

Muchos de estos cenobios fueron engrandeciéndose con el beneplácito de la nobleza o de los reyes, al tiempo que se integraban en las órdenes religiosas más poderosas: benedictinos, cistercienses y premostratenses. En torno a estos grandes conjuntos monumentales se fue gestando el románico, desde el más incipiente al más representativo de la fase tardía. Los maestros y canteros que trabajaron en sus fábricas desarrollaron su labor también en las pequeñas parroquias del entorno, algo que es particularmente detectable en los templos de las comarcas norteñas.

 

 

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