(Madrid).– Fundación ONCE pidió este jueves un plan de recuperación que incluya financiación para el tercer sector y la economía social. “Ahora más que nunca necesitamos que no se dé un paso atrás”, subrayó Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, en el marco del SpainNab.

En su intervención en la mesa de análisis sobre la inversión de impacto en las fundaciones, Alberto Durán abordó los cuatro compromisos que, según explicó, han centrado la labor de Fundación ONCE ante la crisis del Covid-19. “En primer lugar, la salud y las situaciones de emergencia de los nuestros y a quienes representamos, y la adaptación rápida a los nuevos modelos de trabajo para continuar nuestra labor”.

Además, añadió que, como gestores de Fondos Europeos, otro reto ha sido “adaptarnos y aprovechar las prerrogativas ofrecidas tanto por la UE como por la Unidad Administradora del Fondo Social Europeo (UAFSE), de flexibilidad financiera y operativa para garantizar los proyectos y entidades que cofinanciamos”.

Igualmente, en estos meses ha marcado la agenda el hecho de “priorizar nuestras actividades y nuestros presupuestos planificando a corto, medio y largo plazo; y por supuesto, escuchar y estar cerca de las entidades, de las personas con discapacidad y sus familias, especialmente de los mayores y los más desprotegidos, y conocer sus necesidades para poder dar la respuesta y tener el impacto adecuado”.

Todo ello, aseguró, trabajando mano a mano con el sector público y privado, por la sostenibilidad de los servicios sociales y de la discapacidad. “En una crisis económica y sanitaria como la que afrontamos, los recursos disminuyen y las necesidades aumentan, esa es la realidad que afrontamos. El primer impacto negativo se lo llevan los colectivos más desfavorecidos, para los que en el caso de las fundaciones y otras entidades Sociales del Tercer Sector trabajamos”.

“Por eso ahora más que nunca necesitamos que no se dé un paso atrás, que no se mermen los presupuestos sociales, que el plan de recuperación incluya financiación para el tercer sector y la economía social y que los recursos se garanticen y complementen con nuevas fuentes y nuevos actores porque las necesidades son mayores y la desigualdad genera desigualdad”, insistió.

Según dijo, Fundación ONCE demuestra que el presupuesto social, bien gestionado, no es un gasto, sino una inversión, logrando más de 10.000 empleos para personas con discapacidad al año, demostrando un retorno cuantificado de 1,4€ por cada euro invertido.

Inversión de impacto

Intervino también durante esta jornada Javier Güemes, director de Relaciones Internacionales y miembro del Consejo General de ONCE, quien afirmó que, en el campo de la inversión social, “lo importante es tener claras las necesidades y la priorización de retos sociales que afrontamos en la actualidad”.

De esta forma, aseguró que “la inversión de impacto puede ser fundamental para el fortalecimiento del sector social, en lo que respecta a la transformación digital y transición energética”. También es fundamental, añadió, “dar respuestas innovadoras a la nueva situación ocasionada por el Covid-19”.

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