(Galicia)- La Fundación Inade propone en el Parlamento gallego medidas para la mejora de la seguridad vial

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  • El presidente del Parlamento gallego solicitó la intervención de Fundación Inade para aportar reflexiones que contribuyan a las conclusiones de su comisión
  • Adolfo Campos propuso, entre otras medidas, fomentar la educación vial y dentro de ella la formación de adultos y de la población relacionada con el sector primario, mayor regulación, revisión de los protocolos de seguridad vial en obras y mayor control sobre los reconocimientos médicos
  • También animó a organizar una jornada sobre seguridad vial en Galicia
  • Para el ponente “tenemos que lograr una conducción más segura y llegar a reducir, por lo menos a la mitad, el número de víctimas mortales que se registraron en 2016; esta acción podría llamarse “Operación 50”

El Director de Fundación Inade, Adolfo Campos, intervino el jueves 28 de septiembre ante la Comisión Especial no Permanente sobre el estudio de la seguridad viaria en Galicia creada en el seno del Parlamento de Galicia. Su participación fue promovida por el propio presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices Vieira, con la finalidad de aportar ideas y reflexiones que contribuyan a las conclusiones de su comisión para la mejora de la vida de los gallegos, en especial en lo referido al tránsito por nuestra red viaria.

Durante su intervención, Adolfo Campos, transmitió a los parlamentarios propuestas como que los empresarios deberían asumir alguna responsabilidad cuando los conductores profesionales sean objeto de sanción por haber ingerido al volante alcohol o drogas. Además, buscó el apoyo de los presentes para fomentar en la Asociación Gallega de Cooperativas Agrarias la formación de los conductores de tractores y concienciarles de los riesgos que corren. Concretamente, recordó que “en los últimos cinco años las carreteras gallegas sumaron 350 accidentes de tractores, 21 de ellos mortales”.

Sin embargo, Adolfo Campos especificó que muchos de estos accidentes también se producen al circular por fincas particulares, por lo que al no ser considerado como “hecho de la circulación” no tendrían cobertura por el seguro obligatorio de automóviles”. En estos casos, nadie se hará cargo de las indemnizaciones a los perjudicados o de las secuelas a las víctimas.

Igualmente, les invitó a dictar normas para regular el tránsito de ciclistas cuando realizan su actividad en grupo (sugiriendo la obligatoriedad de llevar tras ellos un vehículo de seguridad señalizando el peligro) y a revisar el protocolo de seguridad cuando se realizan obras que afectan a las vías públicas, así como una mayor exigencia en su control. Por otro lado, se insistió en que “se debería efectuar un mayor control sobre los reconocimientos médicos para la conservación del permiso de conducir (para no autorizar la conducción a aquellos que tengan sus facultades limitadas) con el fin de limitar los casos de conductores que circulan por vías y autovías en sentido contrario (los comúnmente llamados kamikazes) y revisar los protocolos de seguridad vial de las pruebas deportivas como los rallies, o incluso en celebraciones más domésticas como las bajadas en “carrilanas” de las fiestas patronales, y efectuar una mayor concienciación a los asistentes a las mismas”.

No quiso perder la oportunidad de reflexionar sobre el futuro y los coches autónomos preguntando a los parlamentarios que, “en caso de accidente, ¿quién asumirá la responsabilidad del mismo?” y les inquirió acerca de si consideraban que nuestra legislación actual da solución a este nuevo riesgo.

Adolfo Campos propuso a los parlamentarios la posibilidad de organizar entre diferentes partes una jornada sobre seguridad vial en Galicia y sentenció que “todos tenemos la obligación de contribuir al desarrollo de Galicia y de la movilidad tanto de sus habitantes como de los que nos visitan”. “Tenemos que lograr una conducción más segura en intentar llegar a reducir, por lo menos a la mitad, el número de víctimas mortales que se registraron en 2016 (106 fallecidos), quizás podemos llamarle “Operación 50”, añadió.

Tras realizar una presentación de la Fundación y de uno de sus principales instrumentos para la difusión de la cultura de gestión del riesgo y el seguro como es la Cátedra Fundación Inade-UDC, Adolfo Campos pasó a destacar varias cuestiones de importancia relativas al sector del seguro y al tema que trata la comisión: la seguridad viaria.

Adolfo Campos, señaló que “el seguro del automóvil es el de mayor peso en el volumen de negocio de las entidades aseguradoras en lo que conocemos como los ramos de no vida debido a su obligatoriedad”. Según datos oficiales correspondientes al ejercicio 2016, los españoles destinamos a la contratación del seguro del automóvil 10.566 millones de euros, cantidad 14 puntos por debajo de lo que se destinaba en el año 2006; dato muy relevante teniendo en cuenta que entonces el parque automovilístico asegurado era de algo más de 27 millones de unidades, mientras que en 2016 estamos en el umbral de los 30 millones. Con el fin de aclarar esta cuestión, Adolfo Campos explicó que “2006 destinábamos una media de 453€ en asegurar nuestro coche. En cambio, en 2016 se destinaron 354€, es decir casi un 22% menos que hace diez años”.

Con ese dinero recaudado se debe atender a todas las víctimas y perjudicados de los accidentes de circulación, y destacó que “casi estamos igualando el dinero abonado con el recaudado”. Por ello, Adolfo Campos afirmó que “todas aquellas medidas que se pongan en marcha en materia de seguridad vial irán en beneficio de los ciudadanos” (refiriéndose a las desgracias personales y a la solvencia de la economía).

En primer lugar, se refirió al Fichero Informativo de Vehículos Asegurados (FIVA), fichero que engloba a todos los vehículos que tienen seguro en vigor en España y que permite realizar un seguimiento mensual de la magnitud del parque asegurado. Por otro lado, explicó la funcionalidad de CICOS (CENTRO INFORMÁTICO DE COMPENSACIÓN DE SINIESTROS), una plataforma que gestiona los convenios de indemnización directa que afectan a los siniestros sólo con daños materiales entre vehículos con distintas aseguradoras; esta herramienta permite realizar estadísticas de siniestros materiales o leves, que vienen a suponer el 70% de todos los siniestros que hay en el tráfico.

Estas estadísticas permiten estudiar el número de siniestros leves diarios producidos en cada provincia de España, aportando una información tendencial de gran valor, en este caso para la siniestralidad más ligada a la densidad de circulación.

La Estadística de Seguros del Automóvil (ESA) fue otra de las herramientas del sector mencionadas por Adolfo Campos. Se trata de un trabajo que tiene ya una larga experiencia y en el que se estudia fundamentalmente el volumen de asegurados, de siniestros experimentados y el coste medio de éstos, teniendo en cuenta diversas características, tanto del conductor (sexo, edad, lugar de residencia) como del vehículo (tipo de vehículo, potencia, uso, etc.).

También hizo referencia al importante flujo de asistencias a lesionados que generan los accidentes de tráfico (tanto si dichas asistencias se producen en centros públicos como privados), lo que ha generado la necesidad de acordar una serie de convenios de asistencia sanitaria por los que se pactan los precios por los servicios, y que llevan muchos años funcionando. Según el ponente, “en los últimos tiempos, aprovechando los beneficios de las nuevas tecnologías, el sector ha desarrollado herramientas para la gestión del flujo de cobros y pagos, permitiendo algunas explotaciones estadísticas a partir de las cuales es posible conocer datos sobre el perfil de las personas atendidas tras accidentes de tráficos desde el punto de vista de su morbilidad y del tipo de servicios sanitarios que demandan”.

Por último, Adolfo Campos quiso aludir al sistema para la valoración del daño corporal en accidentes de tráfico (Baremo). La existencia de este sistema, que es de obligado cumplimiento para las partes implicadas en la compensación económica del daño corporal sufrido en accidente de tráfico “tiene una virtud fundamentalísima: todos (aseguradoras, profesionales del Derecho, jueces, estudiosos) le llaman a las mismas cosas de la misma manera”, especificó.

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