(Madrid).- La bajada de las temperaturas y la lluvia agravan considerablemente la situación en la que viven las personas sin hogar. Esto ha llevado a Cruz Roja a reforzar un año más los dispositivos de Atención a Personas sin Hogar con los que cuenta en 35 provincias.

“La situación del sinhogarismo es la expresión más grave de la exclusión residencial en la que puede encontrarse una persona. A través de este Programa, Cruz Roja trata de detectar estas situaciones y dar atención directa e inmediata a las personas que están en situación de calle”, apunta Almudena Echevarría, responsable del Programa de Personas sin Hogar de Cruz Roja, que se desarrolla en 35 provincias.

Estas intervenciones se desarrollan tanto en la propia calle, en este caso gracias a los dispositivos móviles (Unidades de Emergencia Social -UES-), como en oficinas o recursos con los que cuenta la Organización (centros de día, centros de emergencia, albergues, etc).

Las UES, actualmente desplegadas en 32 provincias, están conformadas por equipos que integran distintas disciplinas como el trabajo social, la asistencia sanitaria, la psicología, etc. Una parte muy importante de ellos la componen personas voluntarias, más de 2.000 en la actualidad. La clave es ofrecer a las personas sin hogar un servicio de proximidad que garantice una respuesta rápida ‘in situ’, frente a situaciones de emergencia social, actuando como puente entre la calle y la red de atención.

Café, comida, abrigo, materiales de aseo e higiene, atención sanitaria y escucha, mucha escucha. Estas son pautas que siguen los integrantes de las Unidades de Emergencia Social en sus labores de apoyo a las personas que viven en la calle, en número creciente.

En los distintos ámbitos territoriales, Cruz Roja colabora con las administraciones y el resto de ONG y recursos que conforman la red de atención de personas sin hogar.

A través de estas intervenciones, Cruz Roja Española ha atendido este año a 12.000 personas.

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