Gran campaña internacional para concienciar sobre la importancia del trabajo humanitario: “Es inaceptable que el personal humanitario y los civiles sean el objetivo de los conflictos”

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  • En el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria varias organizaciones se unen a la campaña mundial interinstitucional, #NotATarget, #NoSonUnObjetivo, que invita a los líderes mundiales a garantizar la protección de civiles y trabajadores humanitarios.
  • Cada 19 de agosto se celebra este día para rendir tributo a los trabajadores que arriesgan sus vidas llevando ayuda humanitaria a otros, así como para apoyar a las personas afectadas por las crisis en todo el mundo.

En el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, que se celebra el sábado 19 de agosto, World Vision junto con otras organizaciones sin ánimo de lucro, quiere rendir homenaje al valor y al compromiso de los trabajadores humanitarios y pedir que se ponga fin a la violencia contra los niños y a la destrucción intencionada de los servicios médicos y educativos.

 «Es inaceptable que el personal humanitario y los civiles, incluidos los niños, sean el objetivo de los conflictos», dice Kevin Jenkins, Presidente de World Vision International. «World Vision se une a la exigencia de que los líderes mundiales hagan todo lo posible para asegurar que la población civil no sea atacada”, añade.

¿Por qué el 19 de agosto?

El 19 de agosto de 2003, el atentado terrorista contra Naciones Unidas en Bagdad causó 22 víctimas, entre ellas, Sergio Vieira de Mello, representante de la Organización en Irak.

En 2008, la Asamblea General aprobó una resolución declarando el 19 de agosto Día Mundial de la Asistencia Humanitaria. Desde entonces, cada año, se conmemora este día para concienciar acerca de la seguridad de los trabajadores humanitarios, así como de la supervivencia, el bienestar y la dignidad de las personas afectadas por las crisis.

En las últimas dos décadas, el personal humanitario se ha enfrentado a grandes riesgos para salvar vidas en los conflictos más peligrosos del mundo. El informe de la ONU de 2016 ha documentado ataques contra más de 4.000 trabajadores humanitarios en ese periodo: 159 grandes ataques contra operaciones de ayuda que afectaron a 268 trabajadores humanitarios en 21 países. Cada mes en 2016, más de seis trabajadores humanitarios fueron secuestrados, más de siete fueron asesinados y más de ocho resultaron heridos. Casi tres veces más trabajadores humanitarios fueron secuestrados en 2016 que en 1997, mientras que más del doble fueron asesinados.

Este mes, en Uganda se ha alcanzado la cifra de un millón de refugiados procedentes de Sudán del Sur que huyen de la violencia en su país. Un 60% de estos refugiados son niños. Sudán del Sur ha superado a Afganistán en el número de amenazas contra los trabajadores humanitarios y civiles. La organización AWSD (Aid Worker Security Database) que documenta estos ataques violentos al personal humanitario también ha subrayado la creciente tendencia a las amenazas y ataques contra las operaciones de ayuda.

El informe que presenta es impactante; sólo en 2015, 287 trabajadores humanitarios fueron víctimas de ataques, 109 murieron, 110 resultaron heridos y 68 sobrevivieron a secuestros.

Para colaborar con la campaña mundial se ha puesto en marcha una web donde poder firmar la petición para reafirmar que los civiles en conflicto #NoSonUnObjetivo: worldhumanitarianday.org/es

 

 

Trabajadores humanitarios: En primera persona

 

Dan Kelly, Vicepresidente de Asuntos Humanitarios y de Emergencia World Vision International

“Con demasiada frecuencia, los trabajadores humanitarios son testigos de lo peor que la humanidad puede ofrecer. Hace más de 30 años me encontré con una iglesia cubierta de hierba incendiada en el conflicto civil de Sudán. En el interior, los restos de más de 100 mujeres y niños. Este fue el momento decisivo en mi carrera, que me hizo comprometerme a dedicar mi vida al trabajo humanitario.”

Dan Kelly pide que se respete el derecho internacional y los derechos humanos, así como la protección de los civiles, incluidos los trabajadores humanitarios y sanitarios y las obras públicas.  “Durante los últimos años, hemos visto cada vez más cómo las escuelas, los hospitales, los lugares de culto y los humanitarios, los periodistas, los profesionales de la educación y la salud, y los niños son deliberadamente atacados. La comunidad internacional no puede aceptar que los civiles sean atacados como táctica de guerra ” añade Dan Kelly.

David Muñoz, Coordinador de Comunicación World Vision América Latina y Caribe

“Ser un trabajador humanitario significa ir más allá de tus propios límites para que otras personas puedan estar en condiciones más seguras, especialmente después de un desastre. Mi última experiencia fue en Nepal, después de la serie de temblores que afectaron de manera severa el país asiático en abril del 2015. Llegué desde la Ciudad de México a principios de mayo y experimenté el segundo terremoto que mató a muchas personas. Sucedió de forma inesperada. Aunque se esperaban réplicas, nadie pensó que otro terremoto de 7.2 grados nuevamente sacudiera al país en menos de dos semanas. En medio de los escombros y el caos, tenía que concentrarme en cómo mi trabajo podía ser útil allí, especialmente para los niños”.

“Cuando trabajas en medio de un desastre es importante no dejarte invadir por el miedo. Yo estaba muy asustado, sin embargo otras personas habían perdido sus hogares y a miembros de sus familias”.

Idres Abdulaziz, Coordinador de Artículos no Alimentarios en World Vision Kurdistán

Idres trabaja en primera línea de la crisis humanitaria en la región del Kurdistán, una región montañosa donde más de 20 campamentos acogen a miles de personas que han huido de ISIS y de la guerra en Siria.

Idres ve a menudo a personas en situaciones límite, que lo han perdido todo. “Mi trabajo es proporcionar a los niños y adultos artículos de primera necesidad como colchones, mantas, kits de higiene o estufas de cocina. Esto se traduce en un lugar donde poder dormir, asearse y cocinar. Es un trabajo que salva vidas. Pero a veces las condiciones de trabajo pueden ser muy difíciles”.

Idres es Ingeniero eléctrico e informático y podría estar haciendo cualquier otro trabajo mucho más tranquilo. Él explica porqué sigue en World Vision: “Nací cerca de Mosul y un día tuvimos que huir. He vivido la misma situación que las familias a las que estamos ayudando. Esta es la razón por la que quiero mantener este trabajo. Es el momento para que yo ayude a la gente”.

 

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