La Universidad de Murcia y la Obra Social La Caixa potenciarán la integración de niños autistas con sus compañeros en recreos y tiempos de ocio

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  • Se trata de un proyecto que se extenderá y aplicará a todos los colegios que lo soliciten de manera totalmente gratuita

La Cátedra Astrade de Autismo de la Universidad de Murcia y la Obra Social la Caixa van a impulsar un proyecto que, basado en los últimos avances de investigación, tratará de promover la integración de los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y potenciar su participación en actividades con compañeros durante los recreos escolares y en sus ratos de ocio y tiempo libre.

 Así lo han hecho saber en rueda de prensa el director territorial de CaixaBank en la Región de Murcia, Juan Ignacio Zafra; el rector de la Universidad de Murcia, José Orihuela; el director de la Cátedra, Ildefonso Méndez; y el vicerrector de Economía, Sostenibilidad y Ciencias de la Salud, José María Abellán, entre otros. El objetivo del proyecto, que cuenta con 45.000 euros aportados por la Obra Social la Caixa, es dar a los niños con TEA la estructura adecuada de la actividad para que puedan integrarse con sus compañeros, porque «muchos de ellos quieren participar en las actividades pero su trastorno implica una dificultad en la relación con los iguales y una necesidad de estructuración de la actividad y de comunicación».

Los pictogramas como comunicación alternativa

 Los profesionales e investigadores, intentando mejorar esta situación, han dado con una alternativa comunicativa a través de secuencias de imágenes o pictogramas, que constituyen un método de comunicación «alternativo o aumentativo». Con esa estructura de imágenes, el niño con TEA «puede ver de forma anticipada cómo va a ser el juego». Por ejemplo, a través de estos pictogramas, se delimita el espacio para que el niño «tenga una contención, que es muy importante para ellos, y que no se enfrenten a toda la inmensidad del patio».

Asimismo, los miembros del grupo piden voluntarios entre los compañeros de clase que no tienen TEA y que quieran colaborar o participar. En definitiva, este proyecto permite hacer «una secuencia ordenada, que primero es un moldeamiento muy activo hacia el niño, guiándole, para que entienda la actividad y pueda participar del juego». El objetivo es que el niño, después de una serie de sesiones sistemáticas, necesite al final un nivel de moldeamiento «claramente inferior» para incorporarse al juego.

«Nosotros queremos que se produzca esa inclusión por el beneficio mutuo que representa, para el niño que tiene TEA y para los que no lo tienen, porque una sociedad diversa es una sociedad más enriquecida y el nivel de desarrollo realmente se define por la igualdad de oportunidades y no tanto por la renta per capita», ha concluido. Este proyecto, añade Méndez, se extenderá y aplicará a todos los colegios que lo soliciten, y que no tendrán que pagar «ni un euro».

Los interesados pueden escribir a la Cátedra de Autismo, que se pondrá en contacto con ellos, según Méndez, quien ha señalado que el proyecto ya se ha desarrollado de forma piloto. En el marco de este proyecto, los investigadores trabajan con niños que se encuentran en los últimos cursos de educación Infantil, es decir, desde los cinco o seis años en adelante, hasta la etapa de educación Primaria.

Proyecto «prioritatio» para la Obra Social La Caixa

En este sentido, Zafra ha destacado que este proyecto, que «debe tener recorrido a largo plazo», es prioritario para la Obra Social la Caixa, ya que «encaja a la perfección en la labor de esta entidad, que destina a los programas de niños y de discapacitados una gran parte de su presupuesto. En concreto, Zafra espera que este proyecto se convierta en un «referente» de los tratamientos futuros a los niños con TEA y conseguir su integración.

«Es para nosotros una forma de aprender e incorporar cosas que se están haciendo con investigación y por una institución como la UMU, tan experimentada en el trabajo de inclusión», ha señalado. En total, Zafra ha recordado que la Obra Social la Caixa ha destinado 4,5 millones de euros este año a programas de pobreza infantil. «Hay que ser capaz de dignamente ganar ese dinero para, posteriormente, devolverlo dignamente a la sociedad», ha indicado. Por su parte, Orihuela ha puesto en valor el trabajo que la UMU suele hacer por la integración y, de hecho, ha señalado que la institución tiene todo un servicio de apoyo psicológico que vela «permanentemente» para que todo vaya bien, desde que los alumnos ingresan.

Además, destaca que la UMU cuenta con unas políticas de inclusión que permiten que los estudiantes con discapacidad «sean tratados adecuadamente en las aulas» y se les dé los instrumentos adecuados para su aprendizaje. De la misma forma, la UMU también lleva a cabo una labor investigadora para tratar de «ir al origen» de estas discapacidades.

Es el caso de la Cátedra Astrade, que trata de dilucidar «qué hacer con los niños, mucho antes de que pueda aparecer otra serie de sintomatologías».

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