• La alimentación es un gasto primordial. Una buena gestión puede repercutir favorablemente en la economía
  • Planificar la alimentación semanal es básico: Con ello sabremos los alimentos que necesitamos a la hora de hacer la compra

La alimentación es un gasto primordial. Una buena gestión puede repercutir favorablemente en la economía. Sin embargo, economizar en alimentación no debe suponer reducir el estándar de calidad sensorial y nutricional.

Planificar la alimentación semanal es básico: Con ello sabremos los alimentos que necesitamos a la hora de hacer la compra. Cuando no se planifica se suele recurrir a la improvisación, corriendo el riesgo de aumentar el consumo de alimentos precocinados y comidas monótonas. En definitiva, alimentos que promueven hábitos alimentarios poco saludables.

Claves para el ahorro

Comprar frutas, verduras y hortalizas de temporada. Además de ser más baratas, están en su mejor momento tanto sensorial como nutricional. Las frutas y verduras fuera de temporada, además de ser más caras, son menos respetuosas con el medio ambiente, porque se producen a miles de kilómetros de donde se consumen o sus métodos de producción requieren de más gasto de energía.

Saca el máximo rendimiento a los alimentos que tienes en la despensa. Revisa las fechas de consumo preferente y caducidad. Conserva los alimentos según sus propiedades, en especial frescos.

Aunque puede llevar un poco más de tiempo, merece la pena comprobar los precios de los alimentos básicos en distintos establecimientos. Por ejemplo, leche, agua, huevos, pan, aceite, algunas bebidas, etc… Suelen ser “alimentos gancho” con precios bajos en algunos supermercados pero que no lo aplican a otros productos que finalmente también compramos (como las frutas, pescados, carnes, etc).

De hecho, diversos estudios revelan que comprar en los establecimientos con los mejores precios puede suponer un ahorro de más de 900 euros al año.

También es importante no dejarse llevar por los “tamaños familiares”, advierte Laura González. A veces la cantidad es mayor de lo que realmente se termina consumiendo en los hogares o las fechas de consumo están próximas.

Es importante también comparar los precios comparando el peso. A veces el volumen del paquete puede dar a entender que hay más producto del que realmente contienen.

Otra clave es comprar pescado azul de pequeño tamaño. Es muy saludable y económico, por lo que es una opción perfecta para las comidas y las cenas.

Cocina para varios días los platos que permitan ser congelados o refrigerados, como legumbres. Además de tiempo de cocinados, se ahorrará en la factura de la luz y el gas.

Aprovechar los restos de comida que sobran

Si has cocinado de más, aparta lo que reste antes de servirlo y guárdalo en la nevera en recipientes aptos para su consumo alimentario no más de 4 días.

Si optas por congelarlo, hazlo en recipientes adecuados y por raciones. Siempre se deben extremar las medidas de higiene durante el preparado y cocción pero especialmente cuando se esté cocinando para varios días o se haya cocinado de más.

Si sobra algo de carne asada o en salsa, se puede volver a usar en guisos de legumbres, sopas, pasteles de carne, salsa para pasta, rellenos para croquetas, albódigas, canelones…

Si se han cocinado verduras y han sobrado, se pueden aprovechar para salteados, salsas, sopas, purés, cremas o añadir a legumbres cocidas.

Si se han cortado frutas para un postre y ha fallado algún invitado, puedes tomarlas al día siguiente o hacer batidos, zumos o compotas. Las sobras de pescado y de marisco también se pueden utilizar pero preferiblemente lo antes posible, no dejando pasar más de uno o dos días.

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