• Diagnosticar la FPI lo antes posible es esencial, ya que los tratamientos disponibles resultan más eficaces en fases tempranas. 
  • Más de 7.500 personas padecen FPI en España y tiene una mortalidad superior a muchos tipos de cáncer, incluyendo, entre otros, el cáncer de mama, el de ovario y el colorrectal. 

(Madrid).- Entre el 15 y 23 de septiembre se está celebrando en todo el mundo la Semana Internacional de la Fibrosis Pulmonar Idiopática (FPI). Una cita que sirve para poner de manifiesto las necesidades de los pacientes que padecen esta enfermedad, para conocer los retos en su abordaje y fomentar el conocimiento de sus síntomas entre la población general y los profesionales sanitarios. Este es el objetivo de la campaña #EscuchaMisPulmones (https://rochepacientes.es/escuchamispulmones/), una iniciativa impulsada por la Asociación Familiares y Pacientes de Fibrosis Pulmonar Idiopática (AFEFPI) y Roche Farma.

Como ha señalado Beatriz Lozano, directora de Comunicación y Pacientes de Roche Farma España “el compromiso de la compañía con este tipo de patologías va más allá de la investigación en nuevos tratamientos. Nuestra responsabilidad es también estar cerca de los pacientes y trabajar cada día en el desarrollo de iniciativas de divulgación e información que ayuden a entender aspectos de la enfermedad y contribuyan, por tanto, a mejorar su calidad de vida”.

Este es el caso de la campaña ‘Escucha mis Pulmones’, que se centra en una de las cuestiones de vital importancia para las personas con FPI y con gran influencia en la evolución de la enfermedad: el diagnóstico precoz.

Se calcula que la FPI puede tardar una media de 1 o 2 años en ser diagnosticada y más de la mitad de los pacientes inician tarde el tratamiento. Por este motivo, los expertos insisten en la importancia de conocer la enfermedad a través de los síntomas que la caracterizan. Entre ellos, debe prestarse especial atención a la tos seca y persistente que no cede en tres o cuatro semanas y que no responde a un catarro convencional, la fatiga o falta de aire después de subir escaleras o caminar un poco deprisa, el dolor torácico o una coloración azulada en la piel y en las uñas producida por la falta de oxígeno.

En este sentido, el doctor Julio Ancochea, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario La Princesa (Madrid), ha explicado que “existe una pista inconfundible para detectar a tiempo la FPI: el sonido crepitante de los pulmones, similares a un velcro al despegarse o a las pisadas en la nieve, cuando se escuchan a través de un fonendo”. Este experto ha insistido en que es necesario acercar esta patología a la población y a los clínicos “más concretamente a los médicos de Atención Primaria, el primer eslabón de la cadena asistencial por el que pasa el paciente con FPI, para el que el tiempo de diagnóstico constituye un factor fundamental, ya que el máximo potencial de los fármacos destinados a su tratamiento se focaliza en las fases iniciales”.

Cuando existe sospecha de FPI, “los médicos de atención primaria deben preguntar a los pacientes por los síntomas característicos de la enfermedad, que deben conocer en profundidad, ya que esta patología puede confundirse con otras de mayor prevalencia como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o el asma”, apunta el doctor Ancochea.

En palabras de Carlos Lines, presidente de AFEFPI, “el retraso en el diagnóstico no es la única demanda a la que se enfrentan los pacientes. Trabajamos para dar a conocer las necesidades de los pacientes, entre ellas un abordaje integral multidisciplinar de la FPI, un acceso igualitario a la atención sanitaria e información contrastada y de calidad para empoderar al paciente y su entorno que garantice su involucración activa en las decisiones de su enfermedad”.

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