Los tumores de mama en el varón se suelen detectar en fases avanzadas. “Llegan a la consulta cuando los tumores ya son grandes y están diseminados. Y la razón es la falta de información sobre la posibilidad de que este tumor ocurra en un varón”. Así lo ha manifestado el doctor Ignacio Moncada, presidente de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA), en el marco del encuentro Invisibles 23’, el primer evento que se celebra en nuestro país dedicado exclusivamente al cáncer de mama en el varón, organizado por la Asociación de Pacientes con Cáncer de Mama Masculino (INVI). Un encuentro al que han asistido más de 200 personas, entre profesionales sanitarios, representantes de asociaciones de pacientes, tanto nacionales como internacionales, y compañías farmacéuticas.

Precisamente, el objetivo de este encuentro es visibilizar un tumor que, aunque representa el 1,5% sobre el total de los casos de cáncer de mama, es preciso dar a conocer para que, ante cualquier síntoma, el varón acuda inmediatamente a la consulta y se logre un diagnóstico precoz. “Suelen ser diagnósticos más tardíos porque no se da importancia, no se tiene conciencia de ello y por eso llegan al médico cuando los tumores ya tienen afectación ganglionar, con un peor pronóstico”, comenta la doctora Noelia Martínez, oncóloga médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y miembro de la junta directiva del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama. “También se ha visto -añade-, que el componente genético es mayor que en el cáncer de mama femenino, en el que se suele dar en un 5% de los casos, frente a cerca de un 20% en los varones. Por lo que se debería derivar a todos los varones con antecedentes familiares a las unidades de Consejo Genético para hacer el estudio tanto al paciente y, si es positivo, como a la familia, porque es algo heredable”.

De izquierda a derecha Noelia Martínez Màrius Soler e Ignacio Moncada

Dejar de ser Invisibles

Este encuentro, pionero en nuestro país en abordar la enfermedad en el varón, se dirige a aumentar y reforzar la visibilidad del cáncer de mama masculino. En este sentido, Màrius Soler, presidente y fundador de INVI, ha señalado que para ello se ha contado con todos los agentes que participan en la detección y manejo de esta enfermedad, así como con el testimonio de los afectados. “La intención -comenta-, es que a partir de aquí todos multipliquemos, todos hagamos lo que esté en nuestra mano para aumentar el conocimiento sobre esta enfermedad en los hombres. Desde hacer más debates, reuniones, campañas, etcétera, que hablen de esta enfermedad en masculino, hasta incrementar el número de ensayos clínicos, así como de varones que participen en estudios sobre la enfermedad”.

Respecto a la investigación de este tumor en el varón, la doctora Noelia Martínez señala que, por desgracia, su futuro es complicado, “ya que, al tratarse de una prevalencia pequeña, el interés es escaso y no existen ensayos clínicos para este grupo de población. La investigación que existe a día de hoy es académica, basada en estudios retrospectivos o series de casos, pero no hay ningún estudio prospectivo al respecto”. De hecho, el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama ha puesto en marcha el primer Registro Nacional de Cáncer de Mama en el Varón, gracias al que España se sitúa como país clave para la investigación de este tipo de tumor en hombres con la recopilación de los datos clínicos y especímenes biológicos de alrededor de 800 pacientes. “Desde GEICAM”, comenta esta experta, “siempre nos ha interesado este tumor en los varones, porque también tienen mamas y pueden ser víctimas de este tumor considerado ‘femenino’. La realidad es que somos unos completos ignorantes y hemos estado abordando una enfermedad como lo hacemos en el caso de las mujeres y, como ya se ha demostrado, es diferente y lo tenemos que individualizar. De aquí la importancia de crear este registro”.

De izquierda a derecha Noelia Martínez Màrius Soler e Ignacio Moncada

Más conocimiento y menos estigma

Para Màrius Soler, aumentar la visibilidad pasa también por mejorar la formación en el primer nivel asistencial para que haya una detección más temprana y por no banalizar una enfermedad. “La concienciación no es comercializar una enfermedad”, subraya. “Si pensamos en algunos de los cánceres de los que más se habla, además del de mama, como son el infantil o el de pulmón, el único que se ha comercializado es el de mama, con todo el movimiento este rosa que existe. Muchos pacientes están en contra de esto. Porque el cáncer no es nada rosa, ya que hay otras realidades que no se visibilizan. Esto ocurre con los metastásicos porque, entre comillas, eso no vende, es la parte más cruel de la enfermedad, cuando mueren los pacientes. Obviamente, concienciar es bueno porque genera que se investigue más, pero no sacar provecho y beneficiarse económicamente de una enfermedad. Hay que tener mucho cuidado”.

El estigma, sin duda, representa otra de las principales barreras que superar para que se hable más de esta enfermedad en los varones. “Hay que normalizar que todos tenemos mamas, por lo que un hombre también puede sufrir un cáncer de mama. Los hombres también deberíamos sentirnos apoyados para que nos atrevamos a contarlo. Por miedo a no ser entendido o a tener problemas en el trabajo y en el entorno, lo mantenemos en secreto”, señala Màrius.

De hecho, el doctor Moncada comenta que para un hombre tener un cáncer de mama añade un elemento de vergüenza: “el mero hecho de tener un cáncer de cualquier origen tiene un impacto emocional negativo, pero si es de mama, un cáncer típicamente femenino, representa una carga de incredulidad y aislamiento, que hace que uno no sea capaz de hablarlo con amigos o familiares que siempre aportan un apoyo psicológico fundamental”, concluye este experto. 

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