• Cada gota de leche es importante: 20 mililitros pueden ser útiles para un niño muy prematuro durante varios días
  • Las candidatas deben ser mujeres que estén lactando, dispuestas a extraerse su leche y que gocen de buena salud
  • En 2001 la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que los bancos de leche humana son «una de las mejores estrategias sanitarias en la disminución de la mortalidad infantil y en la protección del amamantamiento

La lactancia materna es beneficiosa para todos los recién nacidos, pero para los prematuros o los enfermos es esencial, porque mejora notablemente su pronóstico. Sin embargo, no siempre se puede contar con ella. Es ahí donde entra en juego la generosidad de mujeres que donan su leche para criaturas que no son las suyas. España tiene ya 14 centros que en 2016 distribuyeron casi 7.500 litros a 2.281 bebés.

Los bancos de leche humana son los encargados de recoger, procesar, almacenar y dispersar con todas las garantías este producto biológico. Su finalidad es resolver los problemas de alimentación del recién nacido hasta que su madre le pueda dar el pecho.

“Es un pilar más de apoyo a la lactancia. Proporciona leche de otras mujeres a aquellos recién nacidos de alto riesgo que todavía no disponen de la de su madre o esta es insuficiente”, explica Nadia Raquel García, coordinadora del Banco Regional de Leche Materna de la Comunidad de Madrid, situado en el Hospital 12 de Octubre.

De hecho, varios estudios apuntan como en los niños prematuros la fórmula artificial supone un aumento de patologías como enterocolitis necrotizante, un trastorno intestinal propio del prematuro y de otros recién nacidos vulnerables.

Es más, en 2001 la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que los bancos de leche humana son «una de las mejores estrategias sanitarias en la disminución de la mortalidad infantil y en la protección del amamantamiento».

Como la leche materna es un bien escaso, es fundamental priorizar a los que serán receptores y ajustar las características de la leche donada a las del niño que la recibe, siempre teniendo en cuenta la disponibilidad.

Así, en los primeros días se intenta dar a los recién nacidos de máximo riesgo (con menos de 1.000 gramos o menores de 28 semanas de edad gestacional) leche de donantes cuyos hijos tenían en el momento de extraerse esa leche días o semanas de vida.

“Si además eran madres de niños prematuros, es incluso más adecuado”, subraya García, también presidenta de la Asociación Española de Bancos de Leche Humana (AEBLH), creada en 2008­. “Sin embargo, muchas veces no podemos ajustar tanto y hemos de entregar leche con más tiempo de vida del hijo”.

Para los recién nacidos muy prematuros o enfermos, las primeras semanas de vida suponen un periodo crítico para el desarrollo de patologías relacionadas con la inmunidad. La alimentación con leche materna y donada desde el nacimiento ayuda a que se desarrolle resistencia “de forma más adecuada”. Asimismo, cuanto mayor sea el volumen de leche materna o donada que reciban durante el ingreso, mayor es el impacto beneficioso en estos niños de riesgo.

“Es importante empezar cuanto antes con la alimentación con leche humana ya que favorece la movilización y la tolerancia, la maduración intestinal y la colonización por gérmenes beneficiosos para el prematuro vulnerable. Es preferible la leche de la propia madre, pero si no se dispone de ella, la donada es la mejor opción”, aclara Marta Cabrera, neonatóloga del Hospital Universitario La Paz.

Cómo ser donante de leche

A falta de los datos globales en España para 2017, en 2016 se registraron 1.565 donantes, lo que supone un volumen total de 7.449,16 litros de leche y una donación media de 4,47 litros/donante. En los 43 hospitales receptores, 2.281 neonatos, en su mayoría prematuros de muy bajo peso, se beneficiaron de estas donaciones.

Queda patente además un aumento de su actividad cada año. Desde 2009, el número de donantes ha aumentado desde 175 a esos 1.565 donantes. De la misma forma, se ha pasado de 1.143,9 litros donados a los 7.449,16. El número de receptores también se ha incrementado desde los 333 hasta los 2.281.

¿Pero qué debe hacer una mujer interesada en ser donante? Deben contactar con el banco de leche más cercano, donde se les informará del proceso de donación. Básicamente, las candidatas deben ser mujeres que estén lactando, dispuestas a extraerse su leche y que gocen de buena salud.

Lo primordial es impedir que la leche se contamine por una falta de higiene o un almacenamiento incorrecto. El volumen extraído cambia mucho de una mujer a otra. También es variable la composición nutricional de la leche de cada mujer, que además se va modificando conforme aumenta el tiempo de lactancia. Así, este alimento se clasifica de acuerdo a la edad de los bebés de las madres donantes: calostro (hasta 7 días de vida), de transición (de 7 a 14 días) y madura (más de 14 días).

El Banco Regional de Leche Materna de la Comunidad de Madrid, ha aumentado su actividad y, en el año 2017, aceptó a 236 mujeres como donantes, con una donación media de 7,18 litros y 612 niños receptores que se beneficiaron. Cada gota es importante: 20 mililitros pueden ser útiles para un niño muy prematuro durante varios días.

Historia de los Bancos de Leche en España

En España, la historia de los bancos de leche es muy corta. El primer centro se fundó en Palma de Mallorca en 2001; más tarde, en 2007, se inauguró el primero localizado en la península: el Hospital 12 de Octubre, en Madrid. El pasado diciembre cumplieron diez años, que celebrarán el próximo mes de marzo con todos los responsables de los bancos regionales y centros satélite.

En la actualidad, España cuenta ya con 14 instituciones en Islas Baleares, Madrid, Valencia, Granada, Aragón, Barcelona, Extremadura, Castilla y León, Vigo, Santiago de Compostela, Sevilla, Asturias, Euskadi y Cantabria. Todo parece indicar que la cifra seguirá creciendo. Existen proyectos para crear nuevos bancos en Córdoba, Las Palmas de Gran Canaria y Tenerife.

El propósito a largo plazo de los bancos de leche es intentar que todos los niños que cumplen criterios y no reciben leche donada lo hagan. “Lo ideal sería que ningún recién nacido ingresado tomara leche de fórmula”, recalca Nadia García.

En este sentido, ambas expertas concluyen que todavía queda un largo camino para que en España la leche materna donada sea el sustituto estándar de la leche de la propia madre cuando esta no está disponible. Pero el futuro es alentador. Quizá en unos años pueda llegar a todos los neonatos que lo necesiten.

Fuente: Sinc

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